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Huesca analiza el uso de “malas hierbas” para mejorar resultados agrícolas o reducir la toxicidad de suelos contaminados

Las aplicaciones de la fitotecnología protagonizan la octava jornada de Conservación y Rehabilitación de Suelos de la capital altoaragonesa

El profesor del Campus de Huesca David Badía coordina esta cita, que se celebra este miércoles en el Instituto de Estudios Altoaragoneses

La Escuela Politécnica Superior acoge en esa misma jornada una mesa redonda sobre las salidas profesionales en Agronomía

(Huesca, 20 de marzo de 2018)La VIII Jornada sobre Conservación y Rehabilitación de Suelos de Huesca revisa las  aplicaciones de la fitotecnología en este campo. El uso de determinadas cubiertas vegetales para obtener mejores resultados agrícolas o mejoras ambientales centra las ponencias que se desarrollarán este miércoles, 21 de marzo, en el salón de actos del Instituto de Estudios Altoaragoneses (calle del Parque 10). El profesor de Edafología del Campus oscense de la Universidad de Zaragoza, David Badía coordina esta cita, abierta al público, que tendrá lugar de 17 a 20 horas.
 
En la primera charla, Íñigo Virto, de la Universidad Pública de Navarra, explicará el manejo de determinadas plantas en las calles de los  viñedos para compatibilizar la conservación del suelo y el agua con la producción vitícola. Y, las 18:30 horas, Raúl Zornoza, investigador de la Universidad Politécnica de Cartagena, analizará las posibilidades  que ofrece la fitotecnología para rehabilitar suelos contaminados y recuperar sus servicios ecosistémicos.
 
Resaltar el papel crucial que juega la cubierta vegetal en la protección y mejora del suelo, señala Davíd Badía, es uno de los objetivos de esta jornada que promueven, junto al IEA, la Escuela Politécnica Superior del Campus de Huesca, el Instituto Universitario de Ciencias Ambientales de Aragón –ambos de la Universidad de Zaragoza–, y la Sociedad Española de Ciencias del Suelo.
 
Para ello se aborda un ejemplo de uso agronómico y otro ambiental.  En el primer caso se analizará la siembra de determinadas plantas en las calles de los viñedos –explica Badía–, ya sea para evitar la erosión del suelo o para para conseguir “cierta competencia” con las vides. Esto último, continúa,  permitirá, por ejemplo, conseguir grano de uva más pequeño, con más cantidad de piel, para obtener determinadas características en los vinos. El manejo de estas plantas –frecuentemente, veza u otras leguminosas, que en ocasiones se combinan con gramíneas–, su siega o no, permitirá regular aspectos como la evaporación del agua del suelo, e incidir en el estrés de las vides.
 
En segundo lugar se revisará el uso de determinadas plantas en suelos contaminados con objetivos medioambientales. La absorción de metales pesados por parte de algunos vegetales, recuerda el profesor oscense,  sería una de sus aplicaciones.  Cuando, en función de los contaminantes presentes, esto no es posible, explica, evitar la erosión del suelo y la dispersión de estos elementos mediante una cubierta vegetal adecuada es otra de las opciones. En algunos casos, precisa Badía, las plantas y sus microorganismos asociados consiguen reducir la movilidad de esos metales presentes en el suelo sobre el que crecen –en lo que se conoce como fitoestabilización– , con lo que, concluye, “se reduce el riesgo para la salud pública a la vez que se integra la zona en el paisaje”.
 
 
Salidas profesionales en Agronomía
 
La Escuela Politécnica Superior de Huesca acoge, también este miércoles, 21 de marzo, a las 12 horas, una mesa redonda sobre las salidas profesionales en Agronomía. En esta cita, moderada por el equipo directivo del centro, participarán tres representantes de distintos ámbitos del sector agrario: Carlos Betrán, de la consultoría Pirinea; Joaquín Aniés, de la finca La Rambla y Francisco Berroy, del Consejo Regulador de la Denominación de Origen de los vinos  del Somontano.