Usted está aquí

Alberto Castrillo, Rafa Blanca y Laura Plano protagonizan el ciclo "La Buena Estrella" para presentar la obra de teatro "El sobre verde" que se representa en el Teatro Principal

El acto se celebrará el próximo lunes, 27 de mayo, a las 19:30 horas en la sala Pilar Sinués del Paraninfo

Previamente, a las 19 horas en el mismo lugar, se mantendrá un encuentro con los medios de comunicación

(Zaragoza, viernes, 24 de mayo de 2019). Los aragoneses Alberto Castrillo Ferrer, Rafa Blanca y Laura Plano acudirán a Zaragoza el lunes 27 de mayo, para participar en la sesión 179 de La buena estrella, el ciclo de coloquios organizado por el Vicerrectorado de Cultura y Proyección Social de la Universidad de Zaragoza.

El coloquio se celebrará a las 19.30 h en la sala Pilar Sinués del Paraninfo de la Universidad (Basilio Paraíso, 4) y será presentado y moderado por el coordinador del ciclo, el escritor, periodista y profesor de la Universidad de Zaragoza Luis Alegre. Previamente, a las 19 horas en el mismo lugar, se mantendrá un encuentro con los medios de comunicación.

Los tres invitados hablarán de la función El sobre verde, que, después de ser aclamada en diversos lugares, se representará en el Teatro Principal de Zaragoza el jueves 30 y viernes 31 de mayo. La función, definida como “opereta cómica con gotas de revista”, es una versión de la célebre zarzuela que, con música del maestro Jacinto Guerrero, triunfó en la España de los años 20. El actor y director Alberto Castrillo Ferrer es el director escénico de esta versión que se presenta en el Principal, protagonizada entre otros por Rafa Blanca y Laura Plano, dos intérpretes aragoneses que llevan décadas demostrando su talento.

El sobre verde es una historia picaresca y con alusiones a la modernidad transgresora. La diosa Fortuna, sabedora de que don Nicanor, protagonista y golfo soberano del hampa madrileña, realizó una acción meritísima salvando la vida a una persona, le premia entregándole, dentro de un sobre verde, los vigésimos del gordo de Navidad. Dispone por uno de sus caprichosos decretos que aquellos salgan agraciados en el sorteo y, de este modo, don Nicanor pasa rápidamente desde la más vergonzosa indigencia a una fastuosidad deslumbradora. Don Nicanor atiende pródigo y generoso a los que le ayudaron a mal vivir, triunfa y gasta a manos llenas, cruza los mares, llega a Nueva York y allí finalmente, entre su mala suerte en el juego y las orgías cabaretísticas, ve desaparecer su última peseta.
Archivos adjuntos: