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9 líneas de investigación dan forma al Laboratorio de Fotónica del I3A

El mundo actual no se entiende sin la tecnología y la ciencia de la luz. La Fotónica es clave para ayudar a resolver retos globales en campos como la salud, la información y las comunicaciones, el sector industrial, la energía o el medio ambiente

Zaragoza, lunes 15 de mayo de 2023.- El desarrollo de la Fotónica, entendida como aquella parte de la ciencia y la ingeniería encargada del manejo de la luz, y su utilización en cualquier aplicación, la ha llevado a convertirse en una de las tecnologías clave del siglo XXI, declarada así por la Comisión Europea, por su impacto en campos como la salud, la información y las comunicaciones, el sector industrial, la energía, el medio ambiente o las redes sociales.
 
“Podemos, por ejemplo, ver un Tik-Tok hoy en día gracias a la Fotónica: la pantalla del móvil, la información que viene de la nube por fibra óptica o cómo se ha generado el contenido audiovisual es Fotónica”, cuenta Juan Ignacio Garcés, coordinador del Laboratorio de Fotónica del Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A Unizar). Además, añade que se enmarca como tecnología clave dentro de las “Deep tech” aquellas tecnologías invisibles, necesarias en nuestra vida.
 
Actualmente, la Fotónica, sobre todo a través del uso de dispositivos como los láseres, LEDs y detectores, está presente en prácticamente todos los sectores de actividad –incluyendo de forma preferente la industria- y ha supuesto en muchos de ellos un cambio radical a favor de la eficiencia y la calidad.
 
El I3A se suma a la celebración del Día internacional de la Luz (16 de mayo), dedicado a explicar cómo las tecnologías basadas en la luz contribuyen al bienestar de la humanidad, dando a conocer el trabajo que se lleva a cabo desde el Laboratorio de Fotónica. Es uno de los nueve Laboratorios de Vanguardia creados por este centro de investigación de la Universidad de Zaragoza. Su objetivo es apoyar y conectar a la comunidad de investigación, desarrollar la capacidad investigadora para abordar problemas complejos, impulsar nuevos retos a través de proyectos colaborativos, promover oportunidades para la trasferencia de conocimiento y actuar como puerta de entrada para organizaciones externas.
 
Nueve líneas de investigación abarcan diferentes niveles, desde la investigación básica hasta desarrollos aplicados. Es capaz de llegar a los ámbitos de la Fotónica más avanzada a través del trabajo de los equipos que hay tras los 16 investigadores e investigadoras que forman parte de este laboratorio del I3A, en seis grupos del Instituto. “La idea de crear este laboratorio es trabajar y dar a conocer proyectos relacionados con la Fotónica realizados por parte de los grupos de investigación que formamos parte del laboratorio, buscando la colaboración tanto entre nosotros como con equipos y empresas de fuera del I3A”, afirma su coordinador, Juan Ignacio Garcés.
 
Se prevé que el laboratorio obtenga financiación europea para conseguir proyectos dentro de Horizonte Europa y también transferir gran parte de las investigaciones a distintas empresas, gestiones que ya han comenzado a realizar desde el I3A.
Estas son las principales líneas de investigación del laboratorio de fotónica del I3A:
  • Fibras ópticas pasivas y activas y circuitos fotónicos integrados
  • Comunicaciones ópticas
  • Metrología avanzada utilizando tecnologías fotónicas de última generación
  • Visión y percepción por ordenador
  • Imágenes computacionales
  • Instrumentación avanzada utilizando tecnologías fotónicas
  • Tecnologías de deposición multicapa
  • Elementos holográficos
  • Sensores ópticos
En España, existe la plataforma tecnológica “Fotónica 21” que reúne a un número importante de las empresas, grupos de investigación y partes interesadas relevantes en esta tecnología. A través de esta plataforma se intercambian opiniones entre la ciencia y la tecnología con el objetivo final de promover un crecimiento sostenible de la Fotónica a nivel nacional. Tiene su propia Agenda Estratégica de Investigación prevista para los próximos cinco o seis años, que aporta una visión transversal de todos aquellos temas en los que el ecosistema fotónico español es capaz de aportar valor.
 
Fue declarado por la UNESCO en 2017 y, desde entonces, se celebra cada 16 de mayo con el objetivo de conocer la importancia de los avances y aportaciones de la luz para el desarrollo en todos los campos y facetas de la vida de los seres humanos.