La Universidad de Zaragoza patenta un dispositivo innovador que permite generar aerosoles formados por nanopartículas. La patente cubre el uso del generador para estudios de nanotoxicidad tanto en el medio ambiente como en cultivos de laboratorio
La compañía Vitrocell ya está comercializando esta tecnología, ideada y diseñada por el grupo de investigación del catedrático de Unizar, Jesús Santamaría, investigador en el INMA, lo que significa que el proceso de transferencia se ha completado con éxito
El campus público aragonés ha comenzado ya la búsqueda de otro socio industrial para una aplicación comercial alternativa de esta patente relacionada con el suministro de fármacos inhalados
La empresa alemana Vitrocell desarrolla y comercializa Nanotecnología creada en la Universidad de Zaragoza, que permitirá estudiar de forma más sencilla la exposición a nanopartículas tanto en el medio ambiente como en cultivos de laboratorio, de forma que puedan extraerse conclusiones de cara a los riesgos que entrañan para seres humanos. Gracias a esta tecnología patentada por la Universidad de Zaragoza, la empresa Vitrocell ha podido desarrollar un dispositivo innovador que permite generar aerosoles gaseosos con nanopartículas en suspensión, de forma que pueda ser utilizado de manera fiable por empresas que fabrican equipos de protección, o aquellos que pretenden estudiar la exposición a nanopartículas de forma reproducible. Además, el campus público aragonés busca actualmente un socio industrial para desarrollar otra futura nueva aplicación de esta tecnología: el suministro de fármacos por vía pulmonar.
Este dispositivo fue ideado y diseñado por el grupo de investigación que dirige el catedrático de Ingeniería Química de la Universidad de Zaragoza, Jesús Santamaría, investigador en el Instituto de Materiales y Nanociencia de Aragón (INMA), centro mixto CSIC-UNIZAR. Tras años de estudio y experimentación por parte de los investigadores Jesús Santamaría, M. Pilar Lobera, Francisco Balas, Alberto Clemente y Beatriz Arauzo, la Universidad de Zaragoza protegió esta invención en 2017 mediante patente española inicial que ahora se ha extendido internacionalmente a Europa y Estados Unidos.
El estudio de la toxicidad de los materiales nanoestructurados está cobrando gran interés debido a los innumerables e importantes avances en el campo de la Nanotecnología. Si bien es cierto que algunas nanopartículas han existido en el medio ambiente desde la antigüedad, en la actualidad disponemos de nanomateriales cuya composición, estructura y propiedades difiere enormemente de las nanopartículas con las que hemos coexistido. En particular, se ha demostrado que determinados materiales nuevos pueden acceder al interior de las células y alterar su funcionamiento.
La Nanotoxicidad busca esclarecer qué efectos tienen los materiales nanoestructurados en el medio ambiente y en las personas. De entre todas las posibles vías de exposición, la vía respiratoria es la más común y la que merece un mayor estudio dado que, a través de los pulmones y posteriormente del torrente sanguíneo, las nanopartículas pueden llegar a todo el organismo.
Para estudiar la exposición es necesario recrear ambientes donde dichos materiales estén presentes de manera estable. Sin embargo, esto resulta extremadamente difícil por la tendencia natural de las nanopartículas a agregarse. Consciente de la falta de dispositivos comerciales capaces de recrear de manera reproducible ambientes que contengan nanopartículas altamente dispersas, el grupo de investigación "Nanostructured Films and Particles", dirigido por Jesús Santamaría, ideó y construyó este dispositivo capaz de producir aerosoles a partir de cualquier tipo de nanopartícula, de forma que pueda ser utilizado de manera fiable por empresas que fabrican equipos de protección, o aquellos que pretenden estudiar fiablemente la exposición a atmósferas conteniendo nanopartículas.
Búsqueda de un socio industrial comprometido
Desde la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) de la Universidad de Zaragoza, que protegió esta invención en 2017 mediante patente, se buscó un socio industrial comprometido en llevar al mercado esta invención, para lo cual, era preciso acometer su desarrollo industrial y realizar una importante inversión económica. De entre las empresas que se contactaron, la alemana Vitrocell - que contaba con la expertise más adecuada- mostró gran interés y realizó numerosos experimentos adicionales para evaluar la posible integración de esta tecnología en sus productos. Finalmente, se negociaron las condiciones del acuerdo y la Licencia de Explotación Comercial se firmó en 2018.
La incesante actividad de I+D de Vitrocell le ha permitido liderar el mercado global de Sistemas de exposición para toxicología por inhalación. La empresa construyó varios prototipos hasta que en 2022 lanzó al mercado el “PowderX”, el cual permite aerosolizar pequeñas cantidades de polvo seco. Se caracteriza por ser de fácil manejo, requerir únicamente pequeñas cantidades de material, ser autónomo en cuanto al flujo de aire necesario para crear el aerosol y requerir tiempos de exposición cortos. Actualmente, Vitrocell ya está comercializando esta tecnología, lo que significa que el proceso de transferencia se ha completado con éxito.
Otra prometedora aplicación
El futuro abre la puerta a nuevas aplicaciones comerciales. La más prometedora es sin duda el suministro de fármacos por vía pulmonar para la que el campus público aragonés busca también un socio industrial. Tras años de investigación adicional, el dispositivo es ahora capaz de aerosolizar de manera estable principios activos con actividad terapéutica. El paciente hospitalario podría inhalarlos para suministrar directamente fármacos que traten afecciones pulmonares o bien para llegar, a través de los pulmones, a la circulación sanguínea.
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