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El Ateneo de la EINA abordará mañana la figura de Leonardo Torres Quevedo, un referente en Ingeniería

El inventor y pensador trabajó desde mediados del siglo XIX en el desarrollo de autómatas y sistemas de control remoto

Francisco A. González, de la U. Complutense de Madrid, destacará cómo el ingeniero se adelantó en varias décadas a los pioneros de la automática, la cibernética y la inteligencia artificial del siglo XX

(Zaragoza, martes, 19 de abril de 2016). Francisco A. González Redondo, matemático y filósofo,  profesor de la Universidad Complutense de Madrid, abordará mañana la figura de Leonardo Torres Quevedo, un ingeniero e inventor que se adelantó en varias décadas a los pioneros de la automática, la cibernética y la inteligencia artificial del siglo XX.
 
Esta sesión divulgativa, que se enmarca dentro del Año Torres Quevedo 2016 y en colaboración con la Real Sociedad Matemática Española, tendrá lugar a las 18 horas, en el la sala de Grados del edificio Torres Quevedo, dentro del Ateneo de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura (EINA) de la Universidad de Zaragoza, y organizado por la Cátedra SAMCA de Desarrollo Tecnológico de Aragón. El acto, --transmitido por internet: http://eina.unizar.es, estará presentado Mª Ángeles Velamazán Gimeno, Grupo de Historia de la Ciencia del Departamento de Matemática Aplicada.
 
Torres Quevedo fue un ingeniero de caminos e inventor español que trabajó en el desarrollo de autómatas capaces de jugar al ajedrez contra un humano y sistemas de control remoto de vehículos.
 
El ponente recordará que Leonardo Torres Quevedo fue caracterizado en 1930 por Maurice D’Ocagne (Presidente de la Sociedad Matemática Francesa) como “el más prodigioso inventor de su tiempo”, ocupando un lugar de excepcional relieve en la historia universal de la Ciencia y de la Técnica. Y así recorrerá algunos de sus inventos más importantes: Patenta un sistema de dirigibles autorrígidos (1902-1906) estableciendo los fundamentos para la aerostación dirigida hasta el presente; inventa el primer aparato de mando a distancia, el telekino (1902); construye el primer funicular aéreo para pasajeros del mundo, el transbordador del Monte Ulía (1907) precedente del transbordador del Niágara (del que este año conmemoramos su Centenario, 1916-2016).
 
Además, el profesor Francisco A. González Redondo destacará la obra teórica cumbre de Torres Quevedo: los Ensayos sobre Automática (1914), sus ajedrecistas (1914, 1922) y su aritmómetro electromecánico (1920), el primer ordenador en sentido actual de la historia, que se adelanta en varias décadas a los pioneros de la Automática, la Cibernética y la Inteligencia Artificial del siglo XX.