15/7/2015

INVESTIGACIÓN Y TRANSFERENCIA

TRANSFERENCIA E INNOVACIÓN TECNOLÓGICA

Una joven química de la Universidad de Zaragoza desarrolla un enfriador para latas y botellas sin electricidad ni hielo

Aisber funciona mediante una disolución de sales en agua, cuya mezcla se enfría en segundos alcanzando temperaturas próximas a 0 grados centígrados

Paola Fatás, Premio Extraordinario y Doctora en Química Orgánica, ha fundado Cool everywhere, la nueva empresa “start up” del campus aragonés
Un enfriador de latas y botellas de 33 cl. que funciona sin electricidad ni hielo y que permite enfriar la bebida hasta 20o C en menos de 10 minutos en cualquier lugar y momento. Aisber es el nombre de este producto innovador y ecológico, que acaba de lanzarse al mercado, y que ha sido desarrollado por la joven química Paola Fatás durante los 2 años de vida de Cool everywhere, la nueva empresa “start up” de la Universidad de Zaragoza.
 
El proceso de enfriamiento en el interior de Aisber se produce de forma instantánea en el momento en el que se mezclan los componentes: principalmente urea y agua, que al disolverse alcanzan temperaturas próximas a 0o C. La lata o botella se coloca en el interior del enfriador, que toma forma cilíndrica. Una vez activada, la  mezcla se mantiene fría alrededor de 30 minutos, evitando que la bebida se caliente durante su consumo. El producto está disponible en www.aisber.com y en tiendas de deporte especializadas
 
Hasta ahora nadie había utilizado la tecnología de frío instantáneo para enfriar bebidas. "Hemos desarrollado una tecnología de fabricación que permite un enfriamiento rápido y efectivo a un precio competitivo" menciona Paola Fatás, Premio Extraordinario de Licenciatura en Química y Doctora en Química Orgánica por la Universidad de Zaragoza desde junio de 2012.
 
Cómo surgió la idea
Paola pensó en esta idea durante una ruta en bicicleta en un día caluroso, tenía sed e incluso llevaba una lata de bebida pero no pudo tomarla porque estaba caliente. Le pareció increíble que no existiera nada para enfriar una bebida en cualquier lugar y comenzó a  investigar. "Cuando terminé el doctorado, todo el mundo me decía que me marchara al extranjero para seguir investigando; pero yo decidí quedarme y poner en marcha una empresa con el objetivo de poner en valor el conocimiento disponible, que es mucho, y generar riqueza en mi comunidad, a través del desarrollo de productos innovadores que mejoren la calidad de vida de las personas", explica.
 
Ahora, Paola ha conseguido convertir su sueño en realidad y ha creado su propia empresa, que acaba de ser reconocida como “start up” de la Universidad de Zaragoza, dentro del programa SPIN UP, promovido por la OTRI del Vicerrectorado de Transferencia e Innovación Tecnológica. Para esta joven emprendedora, este reconocimiento "es una gran oportunidad tanto por el apoyo que estamos recibiendo, como por las posibilidades de colaboración en futuros desarrollos".
 
Bolsas con cavidades separadas
Aisber está formado en su parte interna por bolsas con cavidades separadas, que contienen líquido y sales. Al presionar sobre la cavidad que contiene líquido, el sellado que separa ambas se abre, produciéndose la mezcla de componentes que activa el enfriamiento.
 
El proceso consiste en una disolución de distintos compuestos en agua que requiere energía. Esta energía se absorbe del exterior en forma de calor, de modo que la temperatura disminuye rápidamente. Este tipo de procesos, en los que el sistema absorbe energía del exterior, se denominan “endotérmicos” y ocurren cuando la energía del sistema final es mayor que la del sistema inicial. Por el contrario, cuando la energía del sistema final es menor (sistema más estable) que el inicial, el proceso se denomina “exotérmico” y va acompañado de una liberación de energía, generalmente, en forma de calor.
 
Existen diferentes productos capaces de generar frío por disolución en agua. Para valorar qué tipo de compuestos utilizar, Paola Fatás consideró aquellos que cuentan con una “entalpía de disolución” positiva alta, es decir, que absorben mucha energía al disolverse. Además de generar frío, los productos elegidos debían cumplir otras dos propiedades fundamentales: inocuidad y alta solubilidad en agua. El resultado ya está en el mercado.


                                  

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