7/11/2014

INVESTIGACIÓN Y TRANSFERENCIA

TRANSFERENCIA E INNOVACIÓN TECNOLÓGICA

El investigador del Campus de Huesca Francisco Pradas estudia en Chile la relación entre contaminación, actividad física y cognición

“Efectos del ejercicio cardiorespiratorio en la cognición en mujeres mayores expuestas a contaminación atmosférica” es el título del estudio que, con una duración de dos años, realiza junto a especialistas universitarios del país andino

El investigador del Campus de Huesca Francisco Pradas realiza en Chile un estudio sobre los efectos de la actividad física en las funciones cerebrales de personas con diferentes niveles de aptitud física expuestas a alta concentraciones de contaminación atmosférica.  El profesor de la Facultad de Ciencias de la Salud y el Deporte participa en este trabajo financiado por el Gobierno chileno, y que tendrá una duración de dos años, que se realiza en el área metropolitana de Santiago de Chile,  una de las regiones más contaminadas de América del Sur.

 “Efectos del ejercicio cardiorespiratorio en la cognición en mujeres mayores expuestas a contaminación atmosférica” es el título de la investigación que realiza este especialista de la Universidad de Zaragoza, con un equipo de la chilena Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, que dirige el profesor Edgardo Molina. Esta colaboración entre las dos entidades nace de un convenio de colaboración firmado en 2013.
 
Pradas ha realizado ya dos estancias de investigación en el país sudamericano -la última, para la que ha obtenido una beca para ‘jóvenes Investigadores’ del Banco de Santander, desde el mes de julio de 2014, hasta el pasado octubre-, para trabajar en este estudio que se ha centrado en personas que han vivido en ambientes muy contaminados durante periodos prolongados -más de 20  años-. Finalmente han sido un centenar de mujeres mayores de 60 años -entre los grupos de intervención y de control-  las seleccionadas para participar en esta investigación, que ha desarrollado en este periodo una primera fase de evaluación y diseño de protocolos, y ha iniciado los trabajos de ejercicio cardiorespiratorio planificado y controlado por los investigadores.
 
Comprobar si se obtiene una mejora en la cognición  a partir de un ejercicio físico adecuado, en personas que han sufrido de forma prolongada e intensa la contaminación, es el objetivo central de la actual investigación.
 
Contaminación,  actividad física, cognición y salud
“La exposición de la población a las diversas sustancias existentes en el aire, presenta numerosos desafíos para la salud pública ambiental”, señalan los investigadores. Recientes estudios confirman el impacto negativo que tiene la contaminación atmosférica sobre la salud humana. Se calcula que más del 80% de la población mundial respiran un aire peor del que marcan los índices recomendados por la Organización Mundial de la Salud, continúan. Según la Agencia Europea del Medio Ambiente la contaminación del aire puede reducir la esperanza de vida de los europeos hasta en tres años. Diversos estudios señalan que la exposición a la contaminación atmosférica, cuando el índice de polución del aire es alto, se asocia con un riesgo significativamente mayor de padecer accidentes cerebrovasculares isquémicos.
 
Internacionalmente son reconocidas dos medidas de diámetro de las partículas sometidas a regulación: el PM10 y el PM2,5. En el PM10 se puede distinguir una fracción gruesa, entre 2,5 y 10 micrones y una fracción fina de partículas inferiores a 2,5 micrones. La fracción fina está formada por partículas tan pequeñas que penetran las vías respiratorias, hasta alcanzar los pulmones y los alveolos, pudiendo producir serios daños a la salud, dependiendo de los niveles de exposición.
 
En la actualidad, gran parte de Chile sufre altas concentraciones de estas partículas. En el caso del PM2,5 todas las áreas metropolitanas con mediciones realizadas, presentan concentraciones anuales superiores al nivel propuesto por la OMS (10 μg/m3). Actualmente la Región Metropolitana de Santiago es una de las más contaminadas de América del Sur, concentrando sus episodios más agudos durante el invierno.  Dentro de ella la zona más afectada, es el  Oeste de la ciudad –donde se realiza la investigación- con comunas como las Pudahuel, Cerro Navia y Lo Prado, que presentan altas concentraciones de estas partículas a lo largo del día, y considerablemente más altas durante la noche, según los datos gubernamentales.
 
Diversos investigadores han centrado su atención en analizar estas partículas del aire que provienen de una gran variedad de fuentes: centrales, fábricas, automóviles o la quema de leña muy frecuente en estas áreas de la capital chilena, entre ellas. Estas partículas se absorben con facilidad por los pulmones y están asociadas a un mayor número de visitas al hospital por enfermedades cardiovasculares.
 
La contaminación atmosférica incluso a niveles generalmente considerados como seguros por las autoridades, aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular en un 34% de acuerdo con un informe realizado en el Centro Médico Beth Israel Deaconess (EE.UU). Otros estudios han señalado que se ha observado que la exposición crónica a partículas de aire contaminadas, puede acelerar el declive cognitivo en la población y en particular en los adultos mayores.
 
Éstos pueden padecer, continúan, disminución del rendimiento muscular, y rigidez de la pared torácica por calcificaciones en la unión de los cartílagos costales con el esternón, produciendo una pérdida de elasticidad, entre otras consecuencias. La polución del aire formado por múltiples partículas en suspensión, inducen a estrés oxidativo y pueden ejercer efectos adversos sobre la función del sistema nervioso central, lo que podría expresarse a través del deterioro cognitivo.
 
No obstante, continúan, el ejercicio físico está fuertemente vinculado con la mejora de la cognición y se relaciona directamente con la longevidad de la persona, que es afectada en sus funciones cerebrales.
 
Un estudio anterior realizado sobre mujeres confirma que aquellas que estuvieron expuestas a niveles más altos de partículas ambientales, experimentaron una disminución de su funcionamiento cognitivo, señalan. Otros trabajos de investigación parecen indicar que el ejercicio físico produce mejorías importantes en la memoria y el aprendizaje, “al favorecer la neurogénesis y proteger el sistema nervioso de enfermedades neurodegenerativas, al evidenciar incremento en las proteínas neurotróficas que apoyan la plasticidad del cerebro, que han sido estimuladas por el ejercicio prolongado de baja intensidad”.
 
El envejecimiento puede llevar al deterioro cognitivo, sin embargo, el ejercicio físico previene la declinación cognitiva en humanos, afirman, al mejorar la actividad del lóbulo frontal y la plasticidad cerebral, favoreciendo el rendimiento cognitivo, especialmente al mejorar el componente cardiorespiratorio. Confiirmar esta mejora cognitiva a partir de un ejercicio físico adecuado, en personas que han sufrido de forma prolongada e intensa la contaminación es el objetivo central de la actual investigación.
 
Francisco Pradas
El profesor del Campus de Huesca de la Universidad de Zaragoza, Francisco Pradas, obtuvo el Premio a la Investigación Deportiva de la Junta de Andalucía , fallado en 2008, por un trabajo sobre los efectos de suplementos nutricionales sobre el rendimiento deportivo y los riesgos derivados del entrenamiento físico de larga duración. Además  fue el técnico designado por la Real Federación Española de Tenis de Mesa para planificar y dirigir la preparación física de la Selección Absoluta de Tenis de Mesa en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

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