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Estudiantes de la Universidad de Zaragoza participan en una excavación en Atapuerca

Gloria Cuenca, paleontóloga de Aragosaurus del Instituto de Investigación en Ciencias Ambientales (IUCA), coordina estos trabajos

El equipo procesará el sedimento obtenido para poder datar fósiles de homínidos del yacimiento burgalés

(Zaragoza, miércoles, 29 de junio de 2016). Alba, Manuel, Álvaro y Eduardo están a punto de ver cumplido su sueño: excavar en el yacimiento de Atapuerca, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Ellos forman parte de la expedición formada una por decena de estudiantes de la Universidad de Zaragoza que, a lo largo del mes de julio, participarán en los trabajos de excavación de este importante yacimiento arqueológico.
 
El equipo está liderado por Gloria Cuenca, paleontóloga del grupo de investigación Aragosaurus del Instituto de Investigación en Ciencias Ambientales de Aragón (IUCA) de la Universidad de Zaragoza. Es miembro del equipo de Atapuerca desde 1991 y lidera las líneas de investigación sobre paleontología, tafonomía y bioestratigrafía de los pequeños vertebrados de los yacimientos de Atapuerca. Su otro campo de interés e investigación está centrado en el origen y evolución de los mamíferos mesozoicos.
 
La expedición de Zaragoza se encargará de procesar y analizar todo el sedimento obtenido en las excavaciones, “lo que nos permitirá recuperar miles de fósiles de microvertebrados”, explica Cuenca. Este trabajo es “fundamental” para reconstruir el paisaje, la temperatura y la humedad,  datar los famosos fósiles de homínidos de Atapuerca y saber la evolución de ciertas especies de animales extinguidos.
 
Su trabajo consistirá en recoger los sedimentos que rellenan las cuevas y lavarlos en el río Arlanzón. Trabajan con una técnica denominada lavado tamizado con agua, en la que se utilizan tamices de luz de malla de 0,5 mm el inferior al que se le superponen varios tamices de diferentes grosores. Esta técnica ha sido utilizada desde antiguo para la obtención de minerales como el oro en los lavaderos artesanales.
 
Se calcula que a través de esta técnica se lavarán alrededor de 25 toneladas de sedimentos excavados  en las cuevas de Atapuerca durante la campaña de campo en el mes de julio. “Es un trabajo duro, pero los resultados son muy productivos”, comenta Raquel, que ha estado en Atapuerca en dos ocasiones anteriores. Sus compañeros la escuchan entusiasmados y también algo nerviosos. Para ellos es su primera experiencia. “Es una suerte poder ir a un yacimiento de estas características y conocer a mucha gente de muchos países y de otras universidades”, aseguran satisfechos.