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Una investigadora de la Universidad de Zaragoza compara la gestión del agua en períodos de sequías en España, California y Australia

Encarna Esteban, profesora de Economía y coautora del estudio, considera que se ha avanzado en el desarrollo de planes de ahorro y conservación de los recursos hídricos pero todavía quedan muchos problemas sin resolver

Una de las consecuencias del cambio climático es una mayor intensificación e incidencia de efectos naturales extremos

Los cambios legislativos en las tres regiones siempre se dan a raíz de grandes crisis provocadas por sequías pero presentan diferencias importantes

(Zaragoza, domingo 8 de diciembre de 2019). Recientemente, España ha sufrido la severidad de diversos efectos naturales extremos tales como fuertes riadas en el sureste español durante el mes de octubre o la intensificación de sequías en varias zonas del país. Este tipo de eventos naturales generan importantes efectos económicos y sociales y, normalmente, actúan como catalizadores de cambios en las regulaciones.
 
Este es el punto de partida de una reciente investigación de la Universidad de Zaragoza y de la Universidad de Córdoba donde se analiza cómo recientes episodios de sequías han actuado como catalizadores de cambios legislativos e institucionales en materia de gestión de agua.
 
En el estudio se comparan tres regiones, España, California y la cuenca de Murray Darling en Australia. Si bien estas regiones tienen un clima, un contexto socio-económico y unos problemas de escasez de agua muy parecidos, la manera de enfrentarse a las sequías plantea notables diferencias entre ellas. En muchos casos, sobre todo en el plano técnico, existen coincidencias.
 
En los tres países se ha motivado un cambio de políticas de oferta, donde el objetivo es aumentar las reservas de agua, a políticas de demanda, que buscan un mejor uso y más eficiente de los recursos hídricos”, aclara Encarna Esteban, profesora de Economía en la Universidad de Zaragoza y coautora del trabajo junto al profesor Julio Berbel (Universidad de Córdoba).
 
Sin embargo, existen importantes diferencias entre las tres zonas en la manera de gestionar el agua, sobre todo en periodos de sequías. Una de las principales diferencias radica en cómo se gestiona la propiedad del agua y cómo se regulan las asignaciones de agua entre usuarios y usos.
 
Los resultados muestran como en las tres regiones hay tendencia a sobreexplotar los recursos hídricos, a pesar de las regulaciones implementadas. Sin embargo, recientes sequías en las tres regiones han motivado la implementación de nuevas medidas para mitigar los impactos de estos eventos naturales. Por ejemplo, las sequías han pasado a estar consideradas como un elemento más dentro de las regulaciones sobre los recursos hídricos.
 
Además, en las tres zonas se han desarrollado planes de ahorro y conservación de los recursos hídricos (reutilización de agua, desalación, mercados de agua, etc.). Si bien se ha avanzado notablemente en las reacciones antes las sequías todavía existen muchos problemas sin resolver, “la protección de los ecosistemas acuáticos, el control de las aguas subterráneas o la contaminación de muchas de las masas de agua son temas todavía pendientes y que las regulaciones no están recogiendo de una manera clara y eficiente” indica la profesora Encarna Esteban.
 
Según la profesora Encarna Esteban, este estudio puede ayudar a entender las medidas que están funcionando en cada una de las zonas analizadas y que podrían extrapolarse al resto de regiones. En España tenemos buenos planes de sequías que se han incorporado de una manera bastantes eficiente en los Planes Hidrológicos. Sin embargo, se podría avanzar mucho más en la implementación de bancos o mercados de agua, sobre todo en determinados períodos.
 
En este punto, el caso de Australia es probablemente un muy buen ejemplo de organización de un mercado de agua a gran escala, a pesar de las dificultades. En California se está avanzando en políticas para mejorar la conservación de agua y en mejorar la gobernanza de estos recursos.
 
‘Sería interesante que aprendiéramos de los fallos y aciertos de otras zonas para estar más y mejor preparados en las próximas sequías’, concluye la investigadora aragonesa.     
 
 
 
Enlace al artículo científico:
Julio Berbel & Encarna Esteban. 2019. Droughts as a catalyst for water policy change. Analysis of Spain, Australia (MDB), and California. Global Environmental Change. DOI: 10.1016/j.gloenvcha.2019.101969