(Zaragoza, 1 de marzo de 2019). La Universidad de Zaragoza ha creado una alianza con otros cinco campus para presentar el proyecto UNITA que responde a la demanda de la Unión Europea para crear universidades europeas más competitivas internacionalmente y que se ocupen de formar una nueva generación de ciudadanos europeos. Las universidades francesas de Pau y Saboya-Montblanc, con las italianas de Turín y el Gran Sasso Science Institute, y con la rumana de Timisoara colaborarán con el campus público aragonés en este ambicioso proyecto.
La propuesta cuenta con un presupuesto de 11 millones de euros, de los que 5 correrían a cargo de la financiación europea. La propuesta está comprometida con la vertebración del territorio y el desarrollo sostenible. No en vano, los otros cinco territorios sobre los que se asientan estos campus también son fronterizos y con entornos montañosos como Aragón. El empleo de lenguas romances es otro de los rasgos que pretende diferenciar esta propuesta del resto de candidaturas. La línea de trabajo de UNITA desarrollará tres ejes por los que apuestan las seis universidades y en los que, además, son expertas: energías renovables, economía circular y patrimonio cultural.
Si UNITA es uno de los doce proyectos elegidos por la Comisión Europea el próximo mes de julio, se pondrían en marcha durante el trienio 2019-2022 un conjunto de tres programas doctorales, tres másteres y tres grados relacionados con esos tres ejes que afectarían a más de un millar de estudiantes. El propósito es que estas titulaciones sean oficialmente reconocidas tanto en los cuatro países que integran la alianza como en el conjunto de Europa.
Se pretende, además, que dichas titulaciones, basadas en las ya existentes en las seis universidades, faciliten el ingreso y la movilidad de estudiantes de los cuatro países mediante un diseño común, de grados de tres años y másteres de dos, pero también flexible.
Un estudiante de UNITA podría cursar un grado de contenidos transversales realizando estancias semestrales, físicas o virtuales, en otras dos universidades, acceder después a un máster especializado en una de las tres temáticas señaladas con implicación de empresas e instituciones locales, realizando al menos una estancia semestral más, y caso de desear doctorarse, integrarse en grupos internacionales de investigación con una fuerte movilidad. Estos estudiantes tendrían titulaciones válidas en cuatro países, dominio —además del inglés— de otra lengua romance y familiaridad con otra más, experiencias de vida, académicas y profesionales, en otros dos o tres países.
La propuesta de las seis universidades incluye la inclusividad como uno de sus objetivos prioritarios, poniendo todos los medios disponibles para asegurar el equilibrio de género, el acceso de estudiantes con recursos limitados o la ayuda a los discapacitados.
La Universidad de Zaragoza ha contado con un amplio apoyo institucional y empresarial para este proyecto como los proporcionados por el Gobierno de Aragón, la Biblioteca Nacional, diferentes museos e instituciones culturales aragonesas y empresas como Saica, Solutex, Fertinagro o Endesa. No en vano ya cuenta con experiencia exitosa en la puesta en marcha de mecanismos de gobernanza comunes para varias universidades como lo ha sido el Campus de Excelencia Iberus. El vicerrector de Internacionalización y Cooperación, Francisco Beltrán, ha aprovechado su comparecencia antes los medios para agradecer también a todo el personal de la Universidad de Zaragoza que se ha implicado para alcanzar este proyecto haciendo especial referencia al resto del Consejo de Dirección, a las facultades de Filosofía y Letras, Ciencias y Economía y Empresa; a las escuelas de Ingeniería y Arquitectura y la Polítécnica Superior de Huesca además de miembros de las Facultades de Derecho y Educación. También ha sido crucial el apoyo de la vicegerencia de Asuntos Académicos.
El potencial de estas titulaciones para la atracción de alumnos internacionales de habla española o francesa sería muy elevada. Y la posibilidad de compartir recursos humanos y materiales, de aprovechar sinergias entre universidades, de colaborar con empresas e instituciones, de atraer más estudiantes, asegura a largo plazo la sostenibilidad del proyecto.
Las herramientas
Para conseguir estos objetivos UNITA pondría en marcha una potente plataforma en línea que permita generalizar la enseñanza virtual, haciéndola accesible además a los restantes estudiantes de las universidades implicadas y facilitando con ello una movilidad virtual a los estudiantes con menos recursos.
También fomentaría la movilidad física a través del programa Erasmus+ (estancias de dos semestres en grados, de al menos uno en máster, tres estancias en los programas doctorales, reforzados por estancias cortas).
Desarrollaría métodos de innovación pedagógica y sobre todo de intercomprensión entre las lenguas romances, la introducción de la enseñanza ‘language friendly’ (con toda la actividad docente apoyada en el uso de la lengua materna del estudiante o el inglés, y empleo por el profesor de su propia lengua en clase): intensificación del multilingüismo de estudiantes, profesores y PAS.
El proyecto contempla la implantación de una enseñanza centrada en el estudiante que, además del apoyo de tutores y comisiones académicas, contará con centros de orientación (Hub of success) profesional, lingüística, curricular,…
Se trabajaría para reforzar los vínculos con la investigación, sin duda a nivel doctoral con la creación de grupos de trabajo conjunto en las tres temáticas seleccionadas, pero también en los de máster y grado, propulsando una enseñanza basada en retos y proyectos.
Se implementarían oficinas de enlace y centros de innovación y transferencia para intensificar la colaboración con las empresas e instituciones de los territorios, la elaboración de los planes de estudio, realización de prácticas y proyectos, desarrollo de cursos de formación permanente e introducción de cursos de emprendimiento
La convocatoria europea
La Comisión Europea ha lanzado dentro del Programa Erasmus una convocatoria dotada con 60 millones de euros para financiar una docena de proyectos encaminados a la constitución de Universidades Europeas constituidas por instituciones de varios países. Se calcula que alrededor de un centenar de alianzas de universidades europeas aspiran a ser seleccionadas para desarrollar estos proyectos durante los años 2019-2022. Las doce candidaturas seleccionadas se conocerán en julio de 2019.
La convocatoria pretende promocionar los valores europeos y reforzar la identidad común —tan necesitada de cohesión en estos precisos momentos— mediante la formación de una nueva generación capaz de colaborar y trabajar en diferentes culturas globales y europeas, en diferentes idiomas y fuera de sus fronteras, sectores y disciplinas académicas.
Persigue además conseguir un salto sustancial en la calidad y la competitividad internacional de las universidades europeas mediante el recurso a pedagogías innovadores y el reforzamiento del triángulo del conocimiento (educación, investigación, innovación).
