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La industria alimentaria producirá zumos de fruta, vino, aceite, sidra y tomate de más calidad y de forma más sostenible

Investigadores de la Universidad de Zaragoza demuestran las ventajas de aplicar la tecnología de Pulsos Eléctricos de Alto Voltaje en la producción de alimentos después de tres años de ensayos

Javier Raso, catedrático de Tecnología de los Alimentos, ha coordinado el proyecto FieldFood del programa H2020, en un consorcio con 12 socios europeos

La Facultad de Veterinaria y Bodegas Aragonesas acogen desde mañana la reunión de clausura de este proyecto europeo

(Zaragoza, miércoles 14 de marzo de 2018). Las bodegas macerarán vino en la mitad de tiempo, las conserveras pelarán tomate con un 20% menos de energía, las almazaras obtendrán hasta un 10% más cantidad de aceite y los zumos envasados tendrán las mismas propiedades que recién exprimidos. Estas son algunas de las principales ventajas de aplicar la tecnología de Pulsos Eléctricos de Alto Voltaje en la producción de alimentos, tal como se ha demostrado a lo largo de tres años dentro del proyecto FieldFood, que ahora concluye.
 
Javier Raso es el catedrático de Tecnología de los Alimentos en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza que ha coordinado este proyecto europeo financiado por el programa H2020, dentro del Reto Social dedicado a la Bioeconomía y la Alimentación.
 
Para hacer balance del trabajo realizado, Zaragoza acoge estos días la reunión final del proyecto, que se celebrará mañana y pasado en las instalaciones de Bodegas Aragonesas y en la Facultad de Veterinaria y a la que asistirán representantes de las doce entidades socias del proyecto: Universidad de Zaragoza, CIRCE, Bodegas Aragoneas y Agrinarsa por parte de España, Technical University of Berlin (Alemania) ProdAl scarl (Italia), University college of Dublin (Irlanda), Energy Pulse Systems (Portugal), F.D.D-Industria conserve Alimentari (Italia), Diesdorfer (Alemania), The Apple farm (Irlanda) and EFFOST (Holanda).
 
“Hemos demostrado que esta tecnología ayudará a mejorar la competitividad de las empresas europeas mediante la mejora de calidad de los alimentos, optimizando la eficiencia del proceso de fabricación, reduciendo los costes energéticos, e introduciendo nuevos alimentos en el mercado”, destaca Javier Raso, coordinador de FieldFood.
 
El principal reto de este proyecto ha sido transferir la tecnología de los pulsos eléctricos de alto voltaje (PEF) a la industria alimentaria. La tecnología PEF es una novedosa técnica de procesado que puede contribuir a mejorar la competitividad de distintos sectores de la industria alimentaria mejorando la calidad de los alimentos, optimizando la eficiencia de los procesos y reduciendo costes energéticos.
 
El procesado con esta nueva tecnología no térmica consiste en la aplicación intermitente de campos eléctricos de alto voltaje (0,5-30 kV/cm) y de una duración de la millonésima parte de un segundo a un alimento colocado entre dos electrodos. Este tratamiento provoca un fenómeno llamado electroporación: se forman poros en las membranas de las células microbianas y de los alimentos.
 
La electroporación de las membranas de los microorganismos los inactiva a temperaturas inferiores a las utilizadas en el procesado térmico, lo que prolonga el tiempo de conservación del alimento. Además, se obtienen alimentos sanitariamente seguros sin que el calor perjudique sus propiedades sensoriales y nutritivas.
 
Durante el proyecto se han desarrollado equipos modulares y de bajo coste que se han instalado en las empresas participantes en el proyecto para demostrar los beneficios de la tecnología en distintas aplicaciones (zumos de fruta, vino, aceite, sidra y tomate).
 
Los beneficios derivados de la implantación de la tecnología dependen de la aplicación. En el caso de los estudios realizados en la bodega se ha demostrado que el tratamiento permite reducir el tiempo de maceración durante la elaboración de vino tinto y la obtención de vinos más afrutados. Respecto a la aplicación del tratamiento para la mejora del pelado del tomate se logró procesar hasta 35 tonelada/h de tomate y se consiguió ahorrar 20% de energía resultado un proceso más respetuoso con el medio ambiente. En el caso del resto de las aplicaciones el efecto depende del estado de maduración de las frutas y las olivas obteniéndose beneficios en los procesos de extracción entre un 5 un 10%.
 
El proyecto, que cuenta con un presupuesto global de 2.281.000 €, ha sido liderado por Javier Raso, catedrático de Tecnología de los Alimentos en la Facultad de Veterinaria y ha recibido una financiación por parte del programa de investigación e innovación de la Union Europea Horizon 2020 (635632-FieldFOOD-H2020) de 1,994,000 €.
 
FieldFOOD en el programa Futuris de Euronews
 
 
Información sobre FieldFOOD disponible en https://www.fieldfood.eu/