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Conferencia sobre el descubrimiento de la cultura y las artes de China en Europa

Con motivo de la próxima clausura de la exposición Ex-Oriente, los comisarios de la exposición, Elena Barlés y David Almazán, impartirán una conferencia sobre la dilatada relación entre Asia Oriental y Occidente Tendrá lugar mañana miércoles, 27 de junio, a las 19 horas en la Sala Pilar Sinués del Paraninfo

(Zaragoza, martes, 26 de junio de 2018). El Vicerrectorado de Cultura y Proyección Social y la Biblioteca de la Universidad de Zaragoza, en colaboración con el Instituto Confucio, organizan la conferencia Ex Oriente. El descubrimiento de la cultura y las artes de China en Europa que impartirán Elena Barlés Báguena y David Almazán Tomás, con motivo de la próxima clausura de la exposición Ex-Oriente.

El Vicerrectorado de Cultura y Proyección Social y la Biblioteca de la Universidad de Zaragoza organizaron la exposición Ex Oriente. Los libros occidentales que iluminaron el conocimiento sobre Asia Oriental en la Edad Moderna que todavía puede contemplarse en la Biblioteca Histórica y la sala África Ibarra del edificio Paraninfo.
 
El fin de esta exposición ha sido mostrar una selección del rico patrimonio, perteneciente a las bibliotecas de la Universidad de Zaragoza y del Real Seminario de San Carlos, consistente en todo un conjunto libros de viajeros, cartógrafos y geógrafos, comerciantes y embajadores, misioneros y eruditos que, publicados entre los XVI y XVIII, dieron a conocer la singularidad de las culturas de China y de Japón en la Europa de la Edad Moderna. A través de estos libros y sus ilustraciones los europeos pudieron imaginar y construir una idea de lo que eran por entonces aquellos lejanos territorios; una imagen que, envuelta entre la fantasía y la realidad, suscitó una enorme fascinación y cuyo atractivo, hoy todavía permanece entre nosotros.
 
Aunque China es en la actualidad una de las potencias más importantes del concierto internacional y un país con una sobresaliente presencia tanto a nivel global como cotidiano, su larga historia, su admirable tradición cultural y su exquisito arte no son suficientemente conocidos entre nuestra ciudadanía. Sin embargo, los contactos entre China y Europa se comenzaron a establecer desde tiempos muy remotos.
 
El incipiente conocimiento de China en Occidente se produjo a partir del siglo I a Jc., gracias a los caminos de la Ruta de la Seda. A lo largo de las Edades Antigua y Medieval a través de esta red de comunicaciones, que enlazó el Celeste Imperio con la cuenca del Mediterráneo, se produjeron intercambios comerciales, intelectuales, religiosos o técnicos. Ya por entonces intrépidos viajeros europeos que llegaron hasta aquellos lejanos confines dejaron testimonio por escrito de sus vivencias y experiencias.
 
Fue, no obstante, en la Edad Moderna y gracias al descubrimiento de nuevas rutas marítimas cuando, coincidiendo con el gobierno de las dinastías Ming (1368-1644) y Qing (1644-1912), se intensificaron las relaciones mercantiles entre los dos extremos del continente euroasiático. Numerosas y exquisitas piezas artísticas chinas fluyeron hacia nuestras fronteras donde fueron coleccionadas apasionadamente por reyes y nobles.
 
A la par numerosos misioneros de distintas órdenes católicas, en especial la Compañía de Jesús, impulsaron la evangelización de aquellas latitudes, una labor que les llevó a tomar pleno y directo contacto con la vida y cultura de sus pueblos. Los viajeros, bien comerciantes, diplomáticos o religiosos que llegaron hasta el Imperio en los siglos XVI a XVIII plasmaron por escrito los hechos que vivieron y las extraordinarias realidades que contemplaron, documentos que fueron la base de la publicación de gran número de libros que, a veces ilustrados, se erigieron en una riquísima fuente de información que posibilitó que los europeos pudieran adquirir un mayor y más penetrante conocimiento de aquella remota civilización.
 
La fascinación que produjeron estos relatos así como el exotismo y la belleza de los objetos chinos importados dio lugar todo un conjunto manifestaciones culturales y artísticas occidentales, producidas durante los siglos XVII y XVIII, con clara influencia de China que conocemos como Chinoiseries.
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