Recopilación de exámenes
Los exámenes de convocatorias anteriores son una buena herramienta
para la preparación de las pruebas: son ejemplos de lo que el alumno se
encontrará en su examen.
Recomendaciones de los
profesores:
- Siempre intentar hacer el problema sin mirar en ningún momento la
solución.
- Durante una prueba nunca se dispone de la solución. Por tanto, es
necesario enfrentarse al "síndrome del examen en blanco": ¿cómo
empiezo?. Es importante conocer la sensación de "no sé por dónde
tirar" y controlar los nervios.
- Es habitual "atascarse" en algún apartado. Hay que intentar
salir airoso por propios medios, como va a suceder en el examen.
- Hacer tantos dibujos y esquemas como sean necesarios.
- Esto facilita la resolución de los ejercicios y hace más difícil
equivocarse.
- Un dibujo puede sintetizar el problema y por tanto, acelera la
resolución.
- Con un buen dibujo se pueden suprimir algunos pasos intermedios.
- Es preferible hacer pocos problemas de examen, pero con detenimiento y
resolviendo todos los apartados (esto incluye obtener valores numéricos,
hacer gráficas etc.).
- Si se resuelven bastantes ejercicios por encima, pasando de algunos
apartados porque "ésto lo sé hacer", el día de la evaluación
puede ser que lo que se daba por supuesto no sea tan obvio.
- Aunque parezca sencillo hacer una gráfica y sustituir valores,
nuestra experiencia es que si no se ha practicado unas cuantas veces,
supone una dificultad añadida al examen.
- Los exámenes no se deben "memorizar".
- En cada examen, los profesores tratamos de poner ejercicios
originales, que no son una mera repetición de los que aparecen en la
colección de problemas.
- Lo que se evalúa no es saber repetir la resolución de un problema,
sino tener la capacidad de analizar, razonar, comprender y resolver un
problema al que nunca antes el alumno se había enfrentado (tal como le
podría ocurrir durante su actividad profesional).
- Utilizar este material cuando se tienen conocimientos suficientes para
resolverlos.
- Si se trata de resolver un examen antes de que se haya asimilado la
teoría necesaria, puede producir un efecto de desánimo en el
estudiante, por la excesiva dificultad que percibe. Por tanto, nosotros
recomendamos empezar por los problemas de la colección y conforme se
vaya mejorando el conocimiento de la materia, pasar a resolver
finalmente problemas de examen.
- Los últimos días antes del examen es importante controlar el tiempo.
- Cada problema está pensado para resolverse en 1 hora.
Por tanto, es conveniente repartirse el tiempo de forma que no nos falte
tiempo para hacer ningún apartado que sepamos resolver.
- Algunos problemas se resuelven en clase con mucho detenimiento para
facilitar su comprensión. En un examen no es necesario llegar a tal
detalle, sino que es suficiente hacer algún diagrama explicativo o
indicaciones que muestren que el alumno sabe lo que se está haciendo e
"ir al grano".
- También es importante reservar algún minuto para repasar las
cuentas.
- Durante una prueba real, siempre hay que empezar a resolver el problema
que nos parece más asequible y repartirse el tiempo.
- De esta forma, no nos dejaremos sin hacer ningún apartado que sepamos
resolver.
- Debemos evitar atascarnos en un problema y gastar todo el tiempo en él.
Observaciones:
- Los contenidos de la la asignatura cambian ligeramente de un curso a otro.
Cada año tratamos de simplificar la asignatura sin eliminar conocimientos
importantes, adaptándonos al nivel de los alumnos. Por tanto, es posible
que algunos apartados no se puedan resolver con la teoría vista este año.
- Por eso recomendamos empezar por los exámenes más recientes, que son
los que se ajustan mejor a lo que se exige en el curso actual.
- Un problema se puede resolver de muchas maneras y no tiene que coincidir
con la que proponemos en la solución.
- Se permite llevar al examen la hoja de fórmulas
básicas y constantes, sin anotaciones adicionales.