Espacio Europeo de Educación Superior :: Universidad de Zaragoza

El grupo de profesionales docentes de la Universidad de Zaragoza aúna prácticamente todos los enfoques y tendencias contemporáneas en investigación y desarrollo docente, lo que muestra el gran potencial del mismo como comunidad de conocimientos compartidos.

En el desarrollo de las jornadas se ha podido observar cómo, en su inmensa mayoría, el profesor universitario se siente no sólo un profesional de la materia sino también un profesional altamente vocacional de la educación superior, orgulloso de su trabajo. Esto supone un importante punto de encuentro para establecer relaciones interdisciplinares, y ofrece una gran oportunidad para desarrollar la comunidad universitaria aragonesa en torno a uno de sus fines fundamentales, la docencia.

Al realizar un análisis DAFO sobre la puesta en común de las experiencias expuestas en los grupos de trabajo desarrollados en las jornadas podemos observar lo siguiente:

Se ha detectado que las nuevas experiencias de innovación suponen una importante sobrecarga de esfuerzo tanto para los profesores (diseño de nuevos materiales, atención más individualizada…) como para los estudiantes (mayor implicación y participación en la asignatura tanto en las clases como en los trabajos desarrollados para superar las asignaturas).

Aparecen nuevas dificultades derivadas de la individualización de las calificaciones respecto a la evaluación a partir de una única prueba final (la evaluación de los procesos de forma individual y continuada implica un mayor y más exhaustivo seguimiento de los alumnos y más elementos a tener en cuenta en la calificación final de cada uno).
Al poner en macha nuevas metodologías docentes se han detectado carencias en competencias en los estudiantes:
Dificultades para sintetizar contenidos.
Dificultades cuando tienen que buscar de forma autónoma información sobre los contenidos de la asignatura.
Generalmente presentan poca capacidad organizativa, por la falta de hábito, a la hora de trabajar en grupo.
Dificultades para implicarse en el desarrollo de los trabajos en grupo (les resulta difícil tomar decisiones, generalmente están acostumbrados a que se les den instrucciones concretas sobre cómo deben desarrollar la totalidad de sus tareas).
Existe un preocupante déficit en lo relativo a las competencias en idiomas, esta es una importante cuestión a trabajar de cara a la integración en el EEES.
Sería más que deseable una mayor coordinación entre el profesorado de las titulaciones y de los cursos, de cara a poder realizar una correcta distribución de las competencias a adquirir entre los cursos y asignaturas que componen una titulación.
Es necesario potenciar el contacto entre el mundo laboral y el profesorado para adecuar las titulaciones a las demandas sociales y profesionales de nuestro entorno.
Hay una necesidad de potenciar y motivar al profesorado para la búsqueda del auto-conocimiento como vía hacia el reciclaje continuo, la mejora de la auto-estima para la motivación y autorrealización en el desempeño de su labor como docentes y el liderazgo del profesor en el desarrollo de las asignaturas desde la cercanía y la comunicación con los estudiantes para guiar su proceso de aprendizaje.

Existe el problema del reconocimiento y prestigio de la docencia en el mundo universitario frente a la investigación, hay que potenciar y reforzar al profesorado hacia la innovación en las labores docentes como un elemento importante y valioso dentro de su currículum.
Otra amenaza es el elevado coste (tanto económico como en tiempo) que supone la utilización de nuevas tecnologías y metodologías docentes y para evitarla es necesario que se defina claramente quién va a hacerse cargo del mismo.
Los medios materiales disponibles resultan, en ocasiones, insuficientes para desarrollar nuevas metodologías y adaptarlas a los nuevos.
Va a ser necesario un nuevo reconocimiento del P.O.D. (Plan de Ordenación Docente).
Las nuevas metodologías y la mayor cantidad de tiempo que hay que dedicar por alumno implican que actualmente aparezcan dificultades derivadas de clases demasiado numerosas.
Existen ciertas resistencias de los estudiantes ante las nuevas metodologías docentes (“que me quede como estaba”), el requerimiento de un mayor esfuerzo y dedicación para superar las asignaturas nos lleva a que en ocasiones presenten una actitud pasiva.

Una de las grandes fortalezas detectadas para generalizar la implantación de nuevas metodologías docentes es lo gratificante que esto resulta para el profesor que se implica en su desarrollo.
Otra fortaleza sería la valoración positiva que generalmente dan los estudiantes a la innovación cuando experimentan las ventajas en cuanto a motivación, autonomía y mejor aprendizaje que ésta supone, aún cuando les obliga a una mayor implicación y les exige un mayor esfuerzo.
Hay un mayor desarrollo en los estudiantes de las habilidades y competencias necesarias:
Aprenden a trabajar en grupos y en equipo.
Se fomenta la motivación del estudiante hacia su aprendizaje y se trabaja la independencia y autonomía en el mismo.
Se practica tanto la comunicación oral como escrita, desarrollando de un modo global las competencias comunicacionales.
Dentro de la filosofía del trabajo autónomo por parte de los estudiantes se potencia el autoaprendizaje y la autoevaluación.
Es remarcable cómo los profesores de la Universidad manejan todas las herramientas y metodologías disponibles, lo que demuestra la implicación y motivación de los mismos hacia la innovación y el conocimiento sobre los recursos a su alcance.
Se ha observado la fortaleza que supone para desarrollar nuevas experiencia de innovación la gran variedad disponible de aplicaciones, en concreto de TICs, en la Universidad.
En el desarrollo de las iniciativas expuestas se han utilizado tanto herramientas de tipo propietario como de tipo open-source.
El desarrollo de estas jornadas, en sí mismo, también puede considerarse una gran fortaleza debido al elevado grado de participación en las mismas, que demuestra la gran actividad innovadora que existe actualmente en la Universidad, el elevado grado de implicación de los profesores, que demuestra su concienciación con la innovación, y el elevado grado de satisfacción con el trabajo realizado y con la realización de estas jornadas, que puede suponer un importante foco de propagación de estas iniciativas.
Otra ventaja es cómo la evaluación de los estudiantes utilizando el portafolio y la ficha de prácticas los implica al máximo con la asignatura y les guía a través de su proceso de aprendizaje hacia la adquisición de competencias transversales.
Se ha observado cómo las experiencias de innovación mejoran el rendimiento de los estudiantes.
Estas estrategias desembocan en una mejora del trabajo colaborativo, y esto también supone una importante mejora del clima social dentro de la Universidad.

El desarrollo de experiencias de innovación docente permitirá a la Universidad dirigirse hacia la “normalización” con el EEES.
La investigación nos va a permitir encontrar alternativas al modelo tradicional de enseñanza-aprendizaje y mejorar la efectividad de los procesos.
Las nuevas estrategias de aprendizaje, encaminadas hacia una mayor adecuación con las necesidades de su entorno social y profesional, permitirán un mayor contacto con la realidad, por medio del estudio a partir de casos reales.
Otra oportunidad que supone la innovación es la mayor aplicabilidad de los conocimientos y competencias aprendidos, ya que se desarrollan desde la búsqueda del valor práctico.
Las nuevas estrategias y metodologías nos han descubierto lo positivo del trabajo con grupos reducidos (3-5 estudiantes). Esto nos permite dar una atención más individualizada al estudiante y además este trabaja con mayor autonomía.
Cada vez hay un mayor aprovechamiento y más alta rentabilidad del esfuerzo realizado en la política de innovación de nuestra universidad.
Se ha demostrado el gran valor de la tutorización continua para controlar el proceso de enseñanza aprendizaje y conseguir un mayor aprendizaje significativo.
Utilizar metodologías que potencien la autonomía en el trabajo deriva en la adquisición de una mayor seguridad.
Se ha observado cómo desde nuestra universidad se favorece la sinergia entre profesores, estudiantes, centros y titulaciones, y esto es muy positivo para implantar nuevas metodologías innovadoras y adaptar nuestra universidad al EEES.

Innovar por innovar no tiene sentido si el proceso no se halla inserto dentro de una filosofía, unos modelos teóricos, unas metodologías y un plan estratégico que otorguen a la innovación racionalidad, horizonte y sentido. A este respecto, se ha constatado un gran consenso tanto en lo relativo a la filosofía de la educación —Modelo centrado en el aprendizaje, aprendizaje orientado por competencias, aprendizaje activo, aprendizaje autónomo, aprendizaje cooperativo, aprendizaje personalizado, investigación/acción en ciencias sociales, responsabilidad de todos, toma de decisiones compartidas, desarrollo de competencias tanto específicas como genéricas, evaluación de los resultados (didáctica científica e incluso experimental), aprendizaje basado en problemas, ciclos investigación acción…— como al nuevo rol del profesor —diseñador, animador, facilitador, y evaluador—. Pero todavía es necesario centrar y coordinar la terminología de la innovación docente.

Hay que señalar lo práctico, a la vez que científico, que es introducir la innovación en grupos seleccionados cuando el número de alumnos lo posibilite, siempre manteniendo grupos de control que nos permitan calibrar el impacto real de la innovación docente. Además deberemos dar a los alumnos la oportunidad de seguir utilizando el sistema tradicional de enseñanza-aprendizaje y evaluación. Habrá de ser tenido en cuenta el gran esfuerzo que va a suponer para los docentes mantener el modelo tradicional al mismo tiempo que se aplican metodologías innovadoras y se tutoriza a los alumnos, para evitar que esto nos lleve a morir de éxito.

Nos encontramos en un momento de transición en el que son muy importantes los grupos piloto y la evaluación de procesos y, sobre todo, los resultados. En este momento será necesaria una conjunción de las experiencias de base y horizontales con las acciones verticales procedentes de las autoridades académicas, para poder llegar así a la consecución de un sistema bien integrado.

Se ha apuntado la necesidad de disponer de herramientas tecnológicas y equipos de expertos en comunicación que permitan articular mecanismos de cooperación interdisciplinar entre los profesores de la Universidad de Zaragoza en el campo de la docencia: portal, foros, chats, blogs, documentación, síntesis de buenas prácticas, computación social (más consultado, votaciones, destacados, etc.), lista de correo general y especializadas. También se ha consensuado la validez del Anillo Digital Docente y la intención de generalizar su uso.

En los grupos de trabajo también ha surgido el tema de la necesidad de abordar la enseñanza de las competencias genéricas, especialmente de forma colaborativa, dentro o fuera de las asignaturas específicas. Si queremos potenciar este trabajo colaborativo entre los profesionales de la Universidad habrá que tener en cuenta unas horas libres, dentro de la programación, destinadas a llevar a cabo reuniones.

Asimismo hemos observado la generalización actual de la aplicación de metodologías de diseño curricular, y a este respecto debe ser prioritario llevar a cabo un análisis estratégico para identificar los puntos fuertes y débiles de las asignaturas y las metodologías que nos permita reducir la distancia que separa actualmente lo que el profesor explica y lo que los alumnos aprenden.

También se ha detectado el problema de que los profesores no siempre tienen experiencia real en las competencias profesionales sobre las que tienen que formar, y en muchos casos se habla de cosas que no se han visto nunca. Una posible solución sería llevar a cabo prácticas de los profesores en empresas, siguiendo el modelo que utiliza con los titulados universitarios recientes el Servicio de Orientación y Empleo Universa, cuyo principal objetivo es la inserción de estos titulados en el mercado de trabajo y su adecuación profesional a las necesidades de las empresas. A este respecto será necesario firmar convenios con empresas que permitan llevar a cabo este tipo de prácticas tanto a profesores como a alumnos.

En la puesta en marcha y desarrollo de las nuevas metodologías docentes se ha considerado como muy positiva la combinación de materiales escritos, gráficos y visuales, y su puesta a disposición de los alumnos tanto en forma esquemática como desarrollados.

Tras la aplicación de varias experiencias de innovación, al constatar la gran dedicación de tiempo que éstas suponen (130 h para 12 alumnos), se ha observado el riesgo de que se produzca una descompensación entre las asignaturas que deben cursar los alumnos en lo relativo al trabajo que deben dedicarles para superarlas. Es por ello que resulta imprescindible computar y equilibrar la dedicación de los alumnos y profesores, y organizarse en torno a un modelo como el sistema ECTS. A este respecto se hace imprescindible el papel de la figura del coordinador de curso y titulación, como árbitro para fomentar el aprendizaje de las competencias de una forma equilibrada.

Se ha contrastado en los proyectos expuestos el gran esfuerzo y dedicación de tiempo que supone, tanto para profesores como para alumnos, la selección de los objetivos y contenidos en las iniciativas de innovación docente. Aprender y enseñar consume tiempo y es necesario seleccionar qué acciones vamos a poder llevar a cabo. Sin embargo, aunque el trabajo inicial suponga un esfuerzo considerable, se ve premiado al ganar, año tras año, tiempo para desarrollar nuevas acciones, al mismo tiempo que se gana en eficiencia docente. Las experiencias de innovación de hoy supondrán una importante base para el desarrollo de la innovación en el futuro.

Se ha puesto de manifiesto que fomentando el trabajo en grupo y cooperativo incrementaremos el capital social en la Universidad y mejoraremos tanto la satisfacción de profesores y alumnos como el nivel de confianza, además de conseguir resultados notablemente más eficaces. Es muy importante fomentar especialmente el trabajo en grupos pequeños y la atención individualizada, sustentada en el trabajo autónomo de los estudiantes. Debemos construir una tradición de trabajo colaborativo; hay que colaborar para aprender, y para ello el primer paso es aprender a colaborar.

Es remarcable cómo dentro de los grupos de trabajo se ha reconocido y valorado la gran labor que ha desempeñado el ICE (Instituto de Ciencias de la Educación) todos estos años apoyando y potenciando continuamente la innovación en la docencia.

La Universidad debe difundir este trabajo y erigirse como ejemplo de colaboración e innovación para el resto de la sociedad. A raíz de esto se ha propuesto la organización de una semana de la docencia y el aprendizaje dirigida tanto a estudiantes como a profesores, que incluya la celebración de jornadas, seminarios y cursos al respecto.

Como conclusión, decir que las jornadas que han dado lugar a esta publicación se enmarcan en el conjunto de acciones que constituyen el plan estratégico de la Universidad de Zaragoza en materia de Convergencia Europea[1]. Así, teniendo en cuenta la elevada participación, la calidad de los trabajos realizados y expuestos durante estos días y la repercusión que están teniendo en el día a día de nuestra institución, cabe concluir que la Universidad de Zaragoza camina con paso firme hacia su incorporación definitiva al Espacio Europeo de Educación Superior, siendo una de las que lideran este proceso en el panorama universitario español.

[1] Con este encuentro se responde a uno de los objetivos de la Planificación Estratégica de la Convergencia Europea de la Universidad de Zaragoza (2006-2008), aprobada en Consejo de Gobierno de 10 de mayo de 2006, concretamente el de la Incentivación de la Innovación Docente en el marco del Espacio Europeo de Educación Superior. En dicho plan se han desarrollado, entre otras, sendas convocatorias (2005/2006 y 2006/2007) de Proyectos de Innovación Docente, dentro de una estrategia que se viene realizando en la Universidad desde hace varios años y que está permitiendo que en la actualidad, más de quinientos profesores y profesoras realicen tareas que en buena parte han quedado plasmadas en las Jornadas.