16/11/2017

ESTUDIANTES

Estudiantes de la EINA ganan un concurso internacional diseñando un museo que sumerge al visitante en el Antiguo Nilo

Se presentaron 264 propuestas de 44 países diferentes, y el jurado ha premiado a este equipo de estudiantes de arquitectura por su enfoque de museo flotante, efímero y móvil a pequeña escala que explora la relación entre los visitantes y la historia de Egipto

El jurado ha definido esta propuesta como poética, sensible y delicada, ya que el proyecto explora el espacio a través de un circuito de faros como puntos de encuentro que se descubren a medida que se navega el río Nilo, y abre un debate sobre el papel de los museos en el siglo XXI

Arquideas, comunidad de estudiantes y jóvenes profesionales de arquitectura y diseño ha premiado el proyecto de un grupo de estudiantes de arquitectura de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad de Zaragoza, consistente en plantear un museo que sumerja al visitante en el Antiguo Nilo y así entender la proliferación de la civilización egipcia.

El jurado del concurso internacional de ideas, Museum of the Ancient Nile (MoAN) Egypt, tras haber estudiado las 264 propuestas recibidas de 44 países, ha tenido en cuenta a la hora de premiar este proyecto la calidad de la propuesta arquitectónica, el criterio de emplazamiento, así como la relación de la propuesta con el paisaje, la respuesta al programa de usos propuestos y los criterios de sostenibilidad y aprovechamiento energético.

Los estudiantes Diego Botella, Álvaro Jiménez, Omar Páez y Yacme Mangrané han sido galardonados con el primer premio MoAN por un enfoque de museo flotante, efímero y móvil a pequeña escala que introduce la importancia de la exploración y la observación para una poderosa relación entre los visitantes y la historia de Egipto.

El museo se desarrolla durante un viaje por el Nilo, donde el paisaje se convierte en la exposición. Explora el espacio a través de un circuito de faros como puntos de encuentro que se descubren a medida que se navega el río por lo que se ofrece la posibilidad de detenerse y apreciar la belleza e importancia del lugar en el que se encuentra.

Un punto de vista original donde la arquitectura se desmaterializa, trasciende y se convierte en paisaje. Un museo para un río como el Nilo, que no debe ser una estructura estática con límites estrictos, sino un artefacto que sugiere una interpretación abierta del contexto y una experiencia inmersiva para la historia a través de la contemporaneidad.

El jurado define esta propuesta como radicalmente poética, sensible y delicada, que abre un interesante debate sobre el papel cívico que se espera que asuman los museos del siglo XXI. Esta idea encarna el cambio de paradigma que el campo del museo ha experimentado durante las últimas décadas, y que consiste en la transformación de un museo basado en colecciones en un foro público.


 

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