29/7/2015

INVESTIGACIÓN Y TRANSFERENCIA

INVESTIGACIÓN

El fondo de ojo se convierte en una “ventana al cerebro” para un rápido diagnóstico de la esquizofrenia

Una novedosa técnica de neuroimagen permite observar las fibras de la retina y del nervio óptico, reflejo del estado del sistema nervioso central en el cerebro

Investigadores de Zaragoza publican en la revista “Psychiatry Research” un estudio pionero sobre este método rápido e inocuo en pacientes con esquizofrenia
Analizar en el fondo de ojo el estado de las fibras de la retina y del nervio óptico permite de un modo rápido e inocuo diagnosticar el estado y evolución de la esquizofrenia. Así se desprende del trabajo pionero realizado por investigadores de Zaragoza y publicado en la revista científica “Psychiatry Research, sobre la utilización de la “tomografía de coherencia óptica” (“Optical Coherence Tomography”, OCT) para detectar de forma precoz la esquizofrenia.
 
Esta novedosa técnica de neuroimagen, conocida como “ventana al cerebro”, permite de modo no invasivo, observar el engrosamiento o adelgazamiento de las fibras de la retina y del nervio óptico, que constituyen un fiel reflejo del estado del sistema nervioso central en el cerebro.
 
Investigadores de la Universidad de Zaragoza, del Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón (ISS Aragón) y de los Servicios de Oftalmología y de Psiquiatría del Hospital Clínico Universitario “Lozano Blesa” de Zaragoza acaban de publicar este avance en la investigación gracias al trabajo desarrollado por un equipo multidisciplinar de oftalmólogos, psiquiatras, neurólogos, psicólogos, epidemiólogos y estadísticos de Zaragoza, en el que también han colaborado investigadores del Hospital Universitario “Doce de Octubre”, de Madrid.
 
De hecho, en el 2010, este equipo fue el primero en demostrar mediante esta técnica y en pacientes con esquizofrenia el adelgazamiento de las fibras retinianas (que sugiere presencia de neurodegeneración) (1).
 
Ahora los estudios de este grupo de investigadores han dado un paso más. Sus resultados confirman aquellos resultados en una muestra mayor, formada por un grupo de pacientes con esquizofrenia y un grupo control sano, con características similares de sexo y edad, y aplicando la misma técnica y con ayuda de métodos estadísticos multivariados que controlan factores de confusión.
 
Por primera vez también, este equipo ha logrado documentar la modificación de las fibras retinianas conforme evoluciona la enfermedad. Así, tras  un episodio reciente de esquizofrenia los hallazgos muestran un engrosamiento sugerente de neuroinflamación, lo que permitiría un tratamiento y control mucho más precoz al inicio de la enfermedad. Por el contrario, cuando no existe un episodio reciente, sino que cuenta con una evolución en el tiempo, las fibras retinianas muestran un adelgazamiento que sugiere neurodegeneración, es decir, que la enfermedad ya es un hecho.
 
De este modo, esta sencilla técnica puede proporcionar importantes datos objetivos para el diagnóstico de la esquizofrenia, y para seguir su evolución; pudiendo convertirse en una importante aportación en la búsqueda de los ansiados “biomarcadores” de la enfermedad, que permitan progresar en un diagnóstico basado en pruebas objetivas.
 
La esquizofrenia es una de las más graves enfermedades mentales y constituye un serio problema para los pacientes, para las familias y para la salud pública. Su diagnóstico actual se fundamenta principalmente en los síntomas y manifestaciones clínicas que presentan los pacientes.
 
Sin embargo, la variedad de sus síntomas, así como el solapamiento que éstos pueden tener con los de otras enfermedades hacen muy importante el hallazgo de marcadores biológicos que puedan favorecer un temprano diagnóstico objetivo y,  en consecuencia, un tratamiento precoz que mejore el pronóstico de la enfermedad,  tal como destacan los autores principales de estos estudios: Antonio Lobo, catedrático de Psiquiatría y profesor emérito e investigador de la Universidad de Zaragoza, y Javier Ascaso, jefe de Sección de la unidad de Retina del Servicio de Oftalmología del Hospital Clínico Universitario de Zaragoza e investigador y profesor asociado de la Universidad de Zaragoza.
 
Ambos pertenecen, además, al Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón (ISS Aragón), un centro de excelencia nacional desde que en mayo lograra dicha acreditación del Instituto de Salud Carlos III, que le incluye entre los centros de la élite investigadora biomédica de España.
 
El IIS Aragón está formado por los hospitales docentes y universitarios de Zaragoza: el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, el Hospital Universitario Miguel Servet, además de la Atención Primaria del Salud, junto con la Universidad de Zaragoza y el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS).
 
 
 
Bibliografía:
(1)Ascaso FJ, Cabezon L, Quintanilla MA, Gutierrez-Galve L, Lopez-Anton R, Cristobal JA, Lobo A. Retinal nerve fiber layer thickness measured by optical coherence tomography in patients with schizophrenia: a short report. Eur. J. Psychiatry. 2010;24(4):227–35.
 
(2) Ascaso FJ, Rodriguez-Jimenez R, Cabezón L, López-Antón R, Santabárbara J, De la Cámara C, Modrego PJ, Quintanilla MA, Bagney A, Gutierrez L, Cruz N, Cristóbal JA, Lobo A. Retinal nerve fiber layer and macular thickness in patients with schizophrenia: Influence of recent illness episodes. Psychiatry Res. 2015.pii: S0165-1781(15)00485-0. doi: 10.1016/j.psychres.2015.07.028. [Epub ahead of print] PubMed PMID: 26213374.
 
 

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