La persistencia de la actual crisis económica exige aparcar ya el pesimismo y lanzar una mirada hacia delante, haciendo una profunda reflexión sobre las causas que nos han llevado a la actual situación y las palancas de cambio que deben llevarnos a otro escenario de crecimiento y sostenibilidad económica, en especial en lo que atañe a las empresas.
La economía española arrastra, desde décadas, un problema de productividad y competitividad, como consecuencia de un incorrecto funcionamiento de la economía de mercado. Este modelo ha provocado disfunciones en las empresas y un permanente paro estructural, que debe corregirse con medidas formativas pero sobre todo con una adaptación productiva de las empresas.
El denominado nuevo modelo productivo no tiene relación con sectores sino con el modelo de gestión empresarial. En España y en Aragón contamos con un abanico de empresas que funcionan ya acordes con ese nuevo modelo basado en la competitividad, las cuales deben servir de modelo a imitar por el resto del tejido productivo.
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