Pilar Catalán ha obtenido la primea cátedra para el campus verde de Huesca. La investigadora principal del grupo Bioflora, se convierte además en la titular de la primera cátedra de Botánica de la Universidad de Zaragoza. Grados en ingeniería agroalimentaria y del medio rural y en ciencias ambientales, y diversos másteres y postgrados, todos ellos implantados en los últimos seis años en la Escuela Politécnica Superior, conforman la oferta verde que se imparte en la capital oscense. Catalán ha destacado que la cátedra refuerza este proyecto investigador y docente centrado en la agricultura y el medio ambiente.
La dotación de esta plaza es un hecho importante para nuestro campus, ha señalado, resaltando la exigencia añadida que, a su vez, plantea. Desde el área de botánica aspiramos a contribuir a ese campus verde de calidad mediante el desarrollo de líneas de investigación y docencia novedosas y altamente competitivas en la esfera internacional. La formación de investigadores y la consolidación de equipos científicos están entre las prioridades que se plantea la profesora oscense, que ve en el previsible aumento de cátedras -en un futuro próximo- una excelente oportunidad para un campus que trabaje con una perspectiva trasnacional.
El tribunal que valoró las candidaturas para esta primera cátedra de botánica de la Universidad de Zaragoza estuvo formado por los catedráticos de esa especialidad Joan Vallés, Ana Crespo y Javier Martinez-Abaigar, de las universidades de Barcelona Complutense y la Rioja, respectivamente. Junto a ellos estuvieron el director del Jardín Botánico de Madrid y profesor de investigación del CSIC Gonzalo Nieto, y la catedrática de Bioquímica de la universidad pública aragonesa Maria Teresa Muiño.
Investigación y botánica en el Campus de Huesca.
Catalán, que insiste en recordar que la botánica es la disciplina que mejor define el estudio del mundo vegetal, ha resaltado la relevancia que tienen los recursos naturales en el Alto Aragón. Los Pirineos y los Monegros, por ejemplo, constituyen laboratorios naturales excelentes y aún poco explorados para el estudio de la diversidad vegetal. La profesora oscense ha querido destacar la labor que en este campo realizan investigadores del Campus de Huesca, en colaboración con los Instituto Pirenaico de Ecología, que ha propiciado, junto a un mejor conocimiento de sus valores, la puesta en marcha de planes de protección de especies amenazadas, y la creación de estaciones y laboratorios de trabajo que atraen a estudiantes e investigadores de diversos países.
También ha recordado la investigación que se hace, desde distintos campos de la genética, de plantas modelo de cereales templados, como el trigo y la cebada. Gracias a los programas de intercambio y de colaboración internacionales, y utilizando metodologías altamente avanzadas, ha sido posible llevar a cabo ciencia de alto nivel en Huesca, y lograr que una ciudad pequeña esté también a la cabeza en programas de investigación de gran relevancia, ha indicado.
El campus verde
En el curso 2001-02 la Escuela Universitaria Politécnica, que ya ofrecía las ingenierías técnicas Agrícola e Industrial, se convierte en Escuela Politécnica Superior al comenzar a impartir Ingeniero Agrónomo, una enseñanza de segundo ciclo. Un año después inauguraría el moderno edificio que la acoge en estos momentos.
Pero será a partir de 2006, con la implantación del Postgrado en Protección Vegetal Sostenible, y sobre todo en 2007 y 2008, en que comienzan a impartirse, respectivamente, el Máster de Iniciación a la Investigación en Ciencias Agrarias y del Medio Natural, y el nuevo Grado en Ciencias Ambientales, cuando se concreta la idea del campus verde oscense de la Universidad de Zaragoza. La puesta en marcha del Grado en Ingeniería Agroalimentaria y del Medio Rural completó, en 2010, el actual mapa de titulaciones.
Pilar Catalán
Pilar Catalán Rodríguez, la nueva catedrática del área de Botánica, lleva veintiún cursos académicos impartiendo docencia universitaria, habiendo sido, además, profesora invitada en universidades y centros de formación científica de Europa y América. En su tarea investigadora ha recalado en instituciones como la Sociedad de Ciencias Aranzadi del Gobierno Vasco, y en universidades como las estadounidenses de Harvard, Colorado o Indiana, las británicas de Leicester y NHM-London, las noruegas de Aas y Oslo, o las de Sao Paulo (Brasil), Komarov (Rusia), Jena (Alemania) y Darwinion (Argentina).
Investigadora principal del grupo Bioflora, con sede en el Campus de Huesca, sus líneas de trabajo, centradas principalmente en gramíneas y angiospermas -plantas con flores- son, entre otras, la genética, la conservación de vegetales silvestres, la caracterización molecular de plantas o la genética del paisaje.
Es autora o coautora, firmando capítulos, de 34 libros y 84 artículos científicos. Estos últimos están recogidos en revistas como Evolutionary Biology, Plant Sciences, Genetics & Heredity, Ecology, Systematic Biology, New Phytologist, Molecular Ecology, Journal of Biogeography, o Genetics. Forma parte además del comité editorial de las revistas Anales del Jardín Botánico de Madrid (CSIC) y New Journal of Botany, de la Universidad de Leicester; y colabora en la revisión de artículos en otras diecisiete publicaciones científicas.
Ha sido, hasta 2010, adjunta a la coordinación del área Biología Vegetal, Animal y Ecología de la Agencia Nacional de Evaluación y Prospectiva Universitaria, y forma parte de la Comisión de Investigación de la Universidad de Zaragoza.