El Campus de Huesca acoge este miércoles, 4 de diciembre, una conferencia sobre la nueva agricultura de precisión. El uso de la geolocalización mediante GPS en la maquinaria agrícola -o su combinación, entre otras herramientas, con drones o sensores desarrollados a partir de diversas tecnologías para obtener información del estado de los cultivos-, abren nuevas posibilidades para mejorar y abaratar las labores agrarias. Jaime Monreal, de Topcon Europa, explicará algunas de estas nuevas utilidades en la charla que tendrá lugar este miércoles, 4 de diciembre, en la Escuela Politécnica Superior de Huesca. El acto, que comenzará a las 12 horas, será presentado por el profesor de este centro de la Universidad de Zaragoza Alfredo Serreta.
En la charla se hablará de lo que ya es una realidad: la utilización de los GPS para mejorar y abaratar los trabajos en agricultura, señala Serreta. Actualmente ya es ampliamente utilizada esta tecnología, por ejemplo, a partir de su instalación en tractores y otros equipos que mejoran la precisión de las labores agrarias. Sin embargo, precisa este profesor que ha coordinado el reciente encuentro sobre Vehículos Aereos No Tripulados para la usos civiles, la agricultura entre ellos, que tuvo lugar en el Campus oscense los pasados 7 y 8 de noviembre- se sigue investigando y desarrollando nuevas aplicaciones para mejorar todavía más su utilización y su combinación con nuevos sensores que integren más información sobre el vigor de los cultivos o la detección de malas hierbas.
Estos nuevos desarrollos están llevando, como quedó reflejado en el citado encuentro, a integrar el GPS con la información de estos sensores, aerotransportados por UAV (Unmanned Aerial Vehicles), los famosos drones, que se utilizan para recoger información desde el aire del vigor de los cultivos posibilitar labores que aporten mejores resultados de los mismos con menor coste y con menor impacto medioambiental. Desde cámaras fotográficas, hasta complejos sistemas térmicos o espectrales se pueden usar para ello. En la provincia de Huesca, indicaba recientemente el profesor del Campus oscense, se están empezando a utilizar ya, por ejemplo, en viñedos, para detectar, a través de cámaras térmicas y otros medios, el estrés hídrico de los cultivos, oscilaciones en su vigor o posibles enfermedades.