(Zaragoza, lunes, 6 de mayo de 2013). Las empresas agroalimentarias conocerán mañana en el salón de actos de la Facultad de Veterinaria cómo innovar en ciencia y tecnología de los alimentos. La Universidad de Zaragoza y las empresas y profesionales del sector analizarán durante todo el día las posibilidades que implica contar con personal especializado formado en Ciencia y Tecnología, así como sus instalaciones, investigadores y profesorado especializado, para lograr un desarrollo tecnológico e innovador frente a la actual crisis económica.
La jornada, que será inaugurada a las 9.30h por la vicerrectora de Transferencia e Innovación Tecnológica, Pilar Zaragoza, mostrará los servicios que la Planta Piloto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos ofrece a las empresas desde que se inaugurara hace una década, así como el apoyo que desde la OTRI de la Universidad de Zaragoza se brinda a los empresarios para presentar propuestas a convocatorias de financiación de la I+D+I colaborativa.
En la sesión de trabajo también se informará sobre las novedades en materia de etiquetado de alimentos que introduce la nueva normativa europea, que entrará en vigor en diciembre del 2014, y se presentará la nueva Asociación de Titulados y Estudiantes de Ciencia y Tecnología de los Alimentos (ATECTA-ARAGON), con una mesa redonda sobre orientación profesional para los actuales estudiantes.
Hasta mediados de los años 90, en la universidad española no se formaban titulados en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, por lo que para cubrir los puestos de trabajo de la industria agroalimentaria se contaba con químicos, farmacéuticos, veterinarios, biólogos e ingenieros agrónomos. Sin embargo, desde 1995, la Universidad de Zaragoza forma a profesionales universitarios específicamente dirigidos al sector agroalimentario. Estos profesionales son especialistas en gestión y control de calidad de productos, procesado de alimentos, seguridad alimentaria, desarrollo e innovación de procesos y productos, asesoría legal, científica y técnica en el ámbito alimentario y son piezas clave en los planes estratégicos empresariales del sector para salir de la actual crisis económica, tal como apunta el catedrático Rafael Pagán Tomás, coordinador del Grado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos.
De hecho, durante la Jornada Ciencia y Tecnología de los Alimentos: UNIVERSIDAD Y EMPRESA, se quiere conmemorar la graduación de la última promoción de Licenciados y primera de Graduados en Ciencia y Tecnología de los Alimentos.
Asimismo, la Planta Piloto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos es una infraestructura que colabora con empresas del sector agroalimentario desde su inauguración hace 10 años. La Planta Piloto está dotada del equipamiento necesario para el procesado y control de los alimentos en condiciones similares a las utilizadas en las industrias agroalimentarias. Sus instalaciones permiten desarrollar proyectos de I+D+I de interés para la industria alimentaria: desde estudios de vida útil de productos diversos desde cárnicos, pescado, ovoproductos, panadería, platos precocinados, etc. que van a permitir definir las fechas de consumo preferente; nuevos sistemas de envasado como la aplicación de barnices con compuestos con efecto antimicrobiano y antioxidante en las películas plásticas de bandejas, al ajuste de tratamientos térmicos de conservas o el desarrollo de nuevos productos. El más reciente se lanzó al mercado el pasado noviembre que es la borraja de V gama.
La multidisciplinaridad de esta planta piloto permite abordar prácticamente cualquier tipo de proyecto de pequeñas empresas familiares hasta los de multinacionales como BSH, Syral por ejemplo, ubicadas en Aragón, España o a nivel internacional. También se han realizado proyectos como el Jamón de Teruel, Ternasco de Aragón, Melocotón de Calanda, hasta los realizados para los Suspiros de Teruel, Panitortilla, productos de la comarca del Matarraña, etc. Desde 2003, se han desarrollado más de 100 proyectos con unas 60 empresas.
Nuevo etiquetado
Las novedades que se van a introducir en el nuevo etiquetado constituirán otro de los temas que se incluirán en la sesión de trabajo y que correrá a cargo de Segal Auditoría, que participa en la organización de esta jornada. Entre las novedades destaca la extensión de la obligatoriedad de indicar el país de origen de los alimentos en el etiquetado. Hasta hoy, únicamente era obligatorio para la carne fresca de vacuno (requisito que se estableció durante la crisis de la EEB), las frutas y las verduras, la miel, el aceite de oliva y en los casos en los que no hacerlo puede suponer un engaño al consumidores. Sin embargo, a partir de ahora, también lo será para la carne fresca de cerdo, ovino, caprino y aves de corral. Es decir, será más exigente la necesidad de conocer el origen en un mayor número de productos, ofreciendo mayor información al consumidor sobre la trazabilidad de lo que compra e ingiere.
En el nuevo etiquetado se dará prioridad a la información de carácter nutricional, con mayor presencia de términos como valor energético, proteínas, fibra o ácidos grasos saturados. De este modo, los consumidores podrán tomar las decisiones que mejor se adapten a sus necesidades dietéticas individuales u otros condicionantes sociales o éticos, etc. Esta información deberá aparecer en un lugar destacado, visible y legible; de hecho, la nueva normativa establece hasta el tamaño de letra mínimo que se ha de emplear para incluir esta información en las etiquetas de los envases.
La información relativa a sustancias que sean causa de alergias o intolerancias será más accesible y reconocible, y los usuarios tendrán más fácil su compra diaria, ya que se distinguirá de forma más fácil aquellos alimentos que no deben ingerir.