Un estudio de la Universidad de Zaragoza demuestra que las concentraciones en sangre de ciertos micronutrientes están asociadas con un marcador de salud durante la adolescencia, como es el caso de la condición física. De hecho, los bajos niveles de condición física están asociados a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular en la población en general, por lo que utilizar este tipo de valoraciones desde edades muy tempranas podría ayudar a reducir el impacto de la patología vascular.
El grupo de investigación GENUD (Growth, Exercise, Nutrition and Development) de la Universidad de Zaragoza ha valorado la concentración de vitaminas y minerales en más de 3.500 adolescentes europeos entre 12 y 17 años y los resultados de este trabajo, el primero centrado en un número tan amplio de micronutrientes, han sido publicado en La revista científica Journal of Applied Physiology. El estudio, coordinado a nivel europeo porLuis Gracia Marco, investigador de GENUD, muestra quelas asociaciones entre las concentraciones de micronutrientes y la condición física en edad adolescente podrían convertirse en la base de un marcador de salud muy útil y práctico.
Los micronutrientes son sustancias (vitaminas y minerales) que el organismo necesita en pequeñas cantidades para el correcto funcionamiento del cuerpo mediante distintos procesos bioquímicos y metabólicos del organismo. Sin ellas, no podría realizar las funciones vitales. Cada micronutriente tiene unas funciones esenciales, como el crecimiento físico, desarrollo de funciones cognitivas y fisiológicas, resistencia a las infecciones, transporte de oxígeno, etc.
El grupo de investigación GENUD, dirigido por el profesor Luis Moreno, ha utilizado para este trabajo datos del conocido proyecto transversal HELENA (Healthy Lifestyle in Europe by Nutrition in Adolescence). Se trata del primer estudio que se ha centrado en un número tan amplio de micronutrientes. Los investigadores encontraron en este estudio una muestra de que las concentraciones en sangre de ciertos micronutrientes estaban íntimamente conectadas con el rendimiento de los adolescentes en las pruebas de condición física.
En relación con la condición física cardiorrespiratoria, mayores concentraciones de hemoglobina, retinol y vitamina C (en varones) y de beta-caroteno y vitamina D (en mujeres) estaban asociadas con un mayor consumo máximo de oxígeno. En relación con la condición física muscular, las concentraciones de hemoglobina, beta-caroteno y retinol estaban positivamente asociadas con un mejor rendimiento en el test de salto horizontal (en varones), mientras que las concentraciones de alfa-tocoferol mostraron una asociación negativa con el rendimiento en este test. Además, mayores concentraciones de beta-caroteno y vitamina D (en mujeres) estaban asociadas con un mayor rendimiento en el test de salto horizontal. Estos resultados deben de tenerse muy en cuenta desde etapas tempranas de desarrollo especialmente en una Europa con bajos niveles de actividad física y altos niveles de sobrepeso y obesidad, relacionados a su vez con una mala alimentación e ingesta de micronutrientes, que como consecuencia puede derivar en una baja condición física. Muy a tener en cuenta es que los bajos niveles de condición física están asociados a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular tanto en la infancia y adolescencia como en la edad adulta.
Una muestra de 3.500 adolescentes
En este estudio, se valoraron más de 3.500 adolescentes de 12.5-17.5 años en varias ciudades europeas y se obtuvieron entre otros, datos relacionados con la condición física y las concentraciones de un gran número de micronutrientes. Se obtuvieron 1.089 muestras sanguíneas que fueron sometidas a análisis para la valoración de las concentraciones de hemoglobina (indicativa de la ingesta de hierro), receptor soluble de la transferrina, ferritina, retinol, vitamina C, beta-caroteno, alfa-tocoferol, vitamina B6, cobalamina, holo-transcobalamina, folato plasmático, folato de glóbulos rojos y 25(OH)D (vitamina D).
La condición física se valoró usando el test de salto horizontal, indicativo de la fuerza-potencia de las extremidades inferiores, y el test de 20 metros (Course Navette), del cual se desprende la condición física cardiovascular a través del consumo máximo de oxígeno. Para estudiar estas asociaciones, los investigadores tuvieron en cuenta el efecto de un gran número de factores que podrían influir en estas asociaciones, como la edad de los adolescentes, la estación del año, latitud de la ciudad de residencia, el índice de masa corporal, el tiempo transcurrido desde la menarquia (en las mujeres) y la cantidad de actividad física realizada (empleando para ello dispositivos de acelerometría).
Los pocos estudios previos que han relacionado algunos micronutrientes con la condición física han mostrado cierta controversia. Además están en valorar los efectos de la suplementación en el rendimiento deportivo en edad adulta y no la asociación existente entre las concentraciones de dichos micronutrientes y la condición física en una etapa crucial como la adolescencia.
Este nuevo estudio es uno de los primeros en encontrar asociaciones en este grupo de edad, con la importancia de controlar los resultados por un importante set de variables de confusión. Sin embargo, tal y como sugieren los autores, las asociaciones encontradas en este estudio transversal deben de ser estudiadas más en profundidad con un estudio de carácter longitudinal que permita evaluar relaciones causales.
Además de Luis Gracia Marco, el equipo de investigación está formado por Faustino R. Pérez López, Germán Vicente Rodríguez y Luis A. Moreno (Universidad de Zaragoza, España); Jara Valtueña y Marcela González Gross (Universidad Técnica de Madrid, España); Francisco B. Ortega (Karolinska Institute, Suecia); Christina Breidenassel y Peter Stehle (Rheinische Friedrich-Wilhelms Universitat, Alemania); Marika Ferrari y Giuseppe Maiani (National Research Institute on Food and Nutrition, Italia); Dénes Molnar (University of Pécs, Hungría); Kurt Widhalm (Medical University of Vienna, Austria); Stefaan de Henauw (Ghent University, Bélgica); Anthony Kafatos (University of Crete, Grecia); Ligia E. Díaz (CSIC Madrid, España); Frédéric Gottrand (University of Lille 2, Francia) y Manuel J. Castillo (Universidad de Granada, España).